La música en el deporte
En la primavera de 1999, hace casi una década, el primer autor publicó en The Sport Journal un artículo titulado “Music in Sport and Exercise: Teoría y práctica”. El presente artículo tiene su origen en ese trabajo anterior y en la investigación del primer autor mientras era estudiante de máster en la Academia del Deporte de Estados Unidos en 1991-92. En mayor medida que en el artículo original de 1999, este artículo se centra en los aspectos aplicados de la música en el deporte y el ejercicio. Además, destaca algunas nuevas tendencias de investigación que emanan no sólo de nuestras propias publicaciones, sino también del trabajo de otros destacados investigadores en este campo. El contenido está orientado principalmente a las necesidades de los atletas y entrenadores.
Con la prohibición de la música por parte de los organizadores del maratón de Nueva York de 2007 en los titulares de todo el mundo, los efectos potencialmente poderosos de la música en la psique humana se pusieron de manifiesto. De hecho, la música se prohibió en el maratón de Nueva York como parte de la prohibición más amplia de USA Track & Field de las comunicaciones tácticas entre los corredores y sus entrenadores. El comité del maratón mantuvo esta prohibición, que a menudo se pasa por alto, justificando su acción en términos de seguridad.
2. Piensa en el tono que debe tener la música de tu vídeo deportivo. Dependiendo de si es interno o para un cliente, tendrás que ajustar ese tono y dar con la emoción que intentas captar. Nuestra música está disponible para buscar entre diferentes estados de ánimo, así que prueba a buscar los específicos. Puedes seleccionar cualquier cosa, desde la inquietud a la ensoñación, el enfado o el romanticismo.
3. Considera los géneros que serían la mejor música para los vídeos deportivos. Tiene que encajar con el ritmo del contenido y realzar lo que ocurre en la pantalla, sin dejar de ser una buena canción por sí misma. Intenta buscar géneros como el house, el dubstep, el future bass o el trap.
Utiliza la función de búsqueda del reproductor de sonido Epidemic, donde puedes combinar diferentes palabras clave, estados de ánimo y géneros. El truco es no utilizar demasiadas palabras clave. De este modo, el reproductor generará más resultados para que puedas navegar.
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Muchos psicólogos deportivos recomiendan escuchar música para prepararse mentalmente antes de una competición, sugiriendo que la música podría tener un efecto ergogénico. La relación entre la música y el deporte ha suscitado interés durante muchos años; sin embargo, los resultados actuales siguen siendo contradictorios. Parece demostrada la utilidad de la música como ayuda para el aprendizaje y la mejora de las habilidades motoras y, en el ámbito hospitalario, para la reducción de la ansiedad y el estrés en algunas enfermedades y pruebas diagnósticas invasivas. Todos los estudios parecen coincidir en la ausencia de un efecto ergogénico de la música per se. Varios estudios apoyan la importancia del ritmo de la música para aumentar el rendimiento deportivo, ya que el ser humano parece tener una predisposición innata a sincronizar los movimientos y, por tanto, un ritmo rápido (>100 bpm) podría aumentar la eficacia de las habilidades motoras y, en consecuencia, mejorar el rendimiento físico. La mayoría de los estudios coinciden en la capacidad de la música para bloquear los estímulos externos, centrar la atención del individuo en la tarea física que está realizando y minimizar la fatiga que acompaña al ejercicio. También es importante la capacidad de la música para evocar asociaciones no musicales relacionadas con el deporte y el hecho de que la música no tiene por qué ser familiar para el individuo. Pocos estudios en la literatura tienen una estructura similar, lo que dificulta las comparaciones entre ellos. En la actualidad, sigue sin estar claro hasta qué punto la música tiene propiedades ergogénicas, aunque hay pruebas suficientes para apoyar su uso como ayuda psicológica.