Música suave para niños pequeños
En ocasiones, nuestros hijos e hijas están tan llenos de energía que no saben parar. El deporte y la actividad física, en general, suelen ser una gran ayuda para “desgastar” a nuestros hijos, pero a veces nos encontramos con que estas actividades no siempre son agradables para ellos y, por tanto, debemos buscar otras actividades para reducir la hiperactividad.
Para ello, la música siempre destaca como una posible solución para combatir la hiperactividad. Nuestro oído es el primero de nuestros sentidos en desarrollarse plenamente, lo que significa que no hay nada más básico para la raza humana que la música. Precisamente por ello, diferentes tipos de música generarán diferentes efectos en diferentes personas independientemente de su edad. La música es una forma de arte creativa que ayudará a los niños a desarrollar su capacidad auditiva y su creatividad, al mismo tiempo que encontrarán calma y tranquilidad durante el día o durante una actividad que se esté realizando.
Si decides ponerlo a prueba, asegúrate de crear un entorno ideal para relajarse con la música. Combinar música relajante y actividades no físicas hará que los efectos de la música se multipliquen, ayudando a tus hijos a alcanzar un estado de completa relajación. Por ejemplo, si tus hijos están realizando una actividad creativa como dibujar o pintar, pon música clásica de fondo y notarás la diferencia.
Acostar a los niños puede ser un momento difícil para cualquier padre. Cada familia es diferente: algunos aprecian el silencio total a la hora de acostar a sus hijos, mientras que otros disfrutan cantando, contándoles cuentos o poniéndoles música. Se pueden esgrimir varios argumentos a favor de los numerosos métodos para calmar a un bebé o a un niño para que se duerma, pero a continuación se exponen algunos de los beneficios de poner música para bebés y niños antes de dormir.
En un experimento realizado por el Hospital Great Ormond Street de Londres, los investigadores pusieron canciones de cuna y canciones infantiles a 37 niños que eran pacientes del hospital. Durante la musicoterapia se midieron las frecuencias cardíacas de los niños y los niveles de dolor declarados, y se compararon con las mediciones realizadas cuando se les leía o se les dejaba solos. Los investigadores descubrieron que las mediciones sólo disminuían durante la musicoterapia. El profesor Tim Griffiths, neurólogo, utiliza escáneres de resonancia magnética para observar las profundidades del cerebro. “Hay una parte más antigua del cerebro en el sistema límbico, que es responsable de las respuestas emocionales a la música. Lo que creo que está ocurriendo aquí es que la parte emocional del cerebro está siendo estimulada por la música, más que el estímulo de la lectura, y esto está disminuyendo el nivel de excitación, y eso a su vez está afectando a los niveles de respuesta al dolor”, dijo Griffiths.
“He trabajado con muchos niños con TDA o TDAH y sé que la mayoría de ellos pueden aprender a adaptar sus ritmos corporales a los ritmos musicales. Cuando los niños aprenden que pueden manejar sus propios ritmos corporales a través de la música, se sienten capaces de cambiar algunos de sus comportamientos problemáticos. Si sólo se les da una etiqueta y un medicamento, no puede haber motivación para cambiar. Además, muchos niños con pesadillas, miedos y fobias disfrutan con DAVID Y LAS HADAS DEL TONO y también con LA CANCIÓN DEL DELFÍN porque ambos permiten a los niños entrar en su interior y explorar sus reinos internos y aprender a escuchar más profundamente”.