La movida madrileña grupos
Combinación de dancehall jamaicano, hip-hop estadounidense, ritmos caribeños e ingenio español, el reggaetón ha sacudido, desde su nacimiento a principios de los 90, el mundo de la música pop una y otra vez. Desde las primeras mixtapes de DJ Playero hasta el “Barrio Fino” de Daddy Yankee y el “Tra-Tra-Tra” de Don Chezina, los músicos puertorriqueños y sus homólogos colombianos de Medellín han hecho todo lo posible por conquistar el mundo. En la última década lo han conseguido gracias a artistas como Luis Fonsi, J. Balvin o Bad Bunny. Sigue leyendo 10 de los discos más importantes del género. El reggaetón no se va a ir a ninguna parte pronto.
El genio modernista de Picasso se extendió rápidamente más allá de lo pictórico y se extendió a la música y la danza, dos formas de arte con las que el pintor español siempre mantuvo una estrecha relación, hasta el punto de influir en los amigos compositores que encontró por el camino.
El 16 de noviembre de 2010, la UNESCO reconoció oficialmente el flamenco como arte universal al inscribirlo en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Las Naciones Unidas otorgaron al cante jondo una estatura contemporánea, superando sus orígenes históricos y étnicos.
Esta ola cultural hedonista nació en Madrid, y luego apareció en otras ciudades españolas, como Barcelona, Bilbao y Vigo. Se caracterizó por la libertad de expresión, la transgresión de los tabúes impuestos en la España franquista, el consumo de drogas recreativas, la “salida” de la jerga cheli madrileña y del dialecto “pasota” y un nuevo espíritu de libertad en las calles.
El movimiento contó con el apoyo de muchos políticos, especialmente socialistas. El apoyo político a esta cultura alternativa pretendía mostrar un punto de inflexión entre la sociedad franquista y la nueva sociedad democrática. Esta imagen de una España “moderna”, o al menos abierta a la modernidad, sería utilizada internacionalmente para combatir la imagen negativa que el país había adquirido durante cuatro décadas de dictadura.
El director de cine Pedro Almodóvar reflejó cómicamente el desorden de la libertad de aquellos años, especialmente en sus primeras películas, como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), Laberinto de pasiones (1982) y ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984). Otros artistas importantes de la Movida fueron el director Iván Zulueta con su obra maestra Arrebato, Fernando Trueba con la característica Ópera prima (1980) y Fernando Colomo.
Madrid fue una de las ciudades que más sufrió la opresión de la dictadura para convertirse en capital. Los que nos venden la Transición como algo bonito deberían recordar las 591 muertes por violencia política (terrorismo de extrema izquierda y extrema derecha, guerra sucia y represión) que se produjeron entre 1975 y 1983. De ellos, nada menos que 188 de los asesinados se encuadran en lo que se denomina violencia política de origen institucional. España era un país sexualmente reprimido: el adulterio como delito fue abolido en 1978, los últimos presos por homosexualidad fueron liberados a principios de 1979 y la ley del divorcio no se aprobó hasta 1981. A pesar de ello, y quizás por ello, Madrid empezó a ser un hervidero de ideas, un frenesí sexual que desató una contracultura juvenil. Una juventud que alcanzó la mayoría de edad en total libertad. Una juventud con ganas de vivir y disfrutar de la vida, pero, sobre todo, una juventud con ganas de crear. Así nació La Movida.
El 9 de febrero de 1980 se celebró un concierto homenaje a Canito, el batería del grupo Tos, que murió en un accidente de tráfico. Actuaron 12 grupos y asistieron unas 500 personas. Entre los grupos que actuaron esa noche estaban Jam, Mamá, Alaska y los Pegamoides, Los Secretos y Nacha Pop. En tres meses, los doce grupos llegarían a firmar un contrato discográfico. Si hubiera que poner una fecha exacta al nacimiento de La Movida, sería el 9 de febrero de 1980.