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Muchos de nosotros conocemos instintivamente los efectos de la música en nuestro estado de ánimo y energía. Por eso ponemos “Eye of the Tiger” para ayudarnos a superar un entrenamiento intenso o escuchamos canciones de amor lloronas después de una ruptura.
Tal vez tengas listas de reproducción de Spotify para ciertas ocasiones o simplemente disfrutes escuchando tus canciones favoritas como parte de tu vida cotidiana. En cualquier caso, tus hábitos de escucha de música pueden contribuir a tu salud y bienestar general.
De hecho, la música tiene muchos beneficios para el cuerpo, la mente y el alma. Puede mejorar el aprendizaje, la concentración y la memoria. También puede potenciar la aptitud mental, mejorar el rendimiento físico y reducir el dolor.
Exploremos los beneficios de escuchar música para el cerebro, el cuerpo y la salud mental. A continuación, analizaremos los beneficios específicos de los distintos tipos de música y cómo se puede aprovechar su poder.
El cerebro procesa todos nuestros sentidos, incluido el oído. Mantener el cerebro activo estimulándolo de diversas maneras puede proteger su salud, sobre todo a medida que envejecemos. Por eso, escuchar música es una de las actividades que pueden tener un efecto positivo en la salud del cerebro.
Hace tiempo que se sabe que aprender a cantar o a tocar un instrumento aumenta la autoestima y mejora el bienestar, sobre todo en los niños. El mero hecho de escuchar música puede desencadenar la liberación de dopamina -una sustancia química que nos hace sentir bien- en el cerebro, por lo que no es de extrañar que hacer música pueda tener un poderoso efecto sobre el estado de ánimo.
¿Olvidas todas las contraseñas que se te ocurren pero recuerdas fácilmente la letra de canciones enteras? Eso es porque la música ayuda a la memoria de trabajo. Mientras que al escuchar música se activan muchas partes del cerebro, al hacer música se utilizan y fortalecen prácticamente todas las áreas a la vez.
La música puede ser una forma eficaz de atraer a los alumnos con necesidades educativas especiales y de desarrollar las habilidades lingüísticas de los alumnos con necesidades educativas especiales. Además, algunas investigaciones han demostrado que existe una relación positiva entre la creación de música y el rendimiento en otras asignaturas.
La industria musical es vibrante y está llena de oportunidades. De hecho, antes de la pandemia, la industria musical del Reino Unido empleaba a más de 197.000 personas, y se calcula que cada año el Reino Unido escucha unos 60.000 millones de horas de música.
Si le gusta escuchar música, está en buena compañía. Charles Darwin comentó una vez: “Si pudiera volver a vivir mi vida, me habría impuesto la norma de leer algo de poesía y escuchar algo de música al menos una vez a la semana”. Albert Einstein declaró: “Si no fuera físico, probablemente sería músico”. Jimi Hendrix llamó a la música su “religión”.
Siempre me ha admirado la gente que sabe cantar y tocar la guitarra. De joven, escuchaba en secreto música de cantautor en mi habitación hasta altas horas de la madrugada. De adolescente rebelde, ponía el rock ‘n’ roll en casa cuando tenía que hacer las tareas. Siempre me sentía bien después, y ahora sé por qué.
Investigaciones recientes demuestran que escuchar música mejora nuestro bienestar mental y potencia nuestra salud física de forma sorprendente y asombrosa. Si tomamos una o dos clases de música, ese entrenamiento musical puede ayudarnos a aumentar nuestro coeficiente intelectual e incluso a mantenernos alerta en la vejez. He aquí 15 sorprendentes beneficios científicamente probados de estar enganchado a la música.
Las investigaciones demuestran que cuando escuchas música que te gusta, tu cerebro libera dopamina, un neurotransmisor que te hace sentir bien. Valorie Salimpoor, neurocientífica de la Universidad McGill, inyectó a ocho melómanos una sustancia radiactiva que se une a los receptores de dopamina después de que escucharan su música favorita. Un escáner PET demostró que se liberaban grandes cantidades de dopamina, lo que provocaba biológicamente que los participantes sintieran emociones como la felicidad, la excitación y la alegría.