Concierto de aranjuez paco de lucia

Concierto de aranjuez instrumental

El Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo es posiblemente uno de los conciertos más populares de todos los tiempos, gracias en gran medida a la extraordinaria belleza de su Adagio central, que ha sido arreglado para todo tipo de instrumentos, desde el órgano de boca hasta la banda de música. Esta popularidad quizás haya ocultado el hecho de que el concierto es también una de las obras maestras más originales del siglo XX, a pesar de su lenguaje musical más bien conservador. Aranjuez, al sur de Madrid, fue la residencia de verano tanto de los Habsburgo como de los Borbones, cuya antigua presencia es recordada por el magnífico Palacio Real y sus jardines. Del mismo modo, el pasado de España es recordado por el jardín musical que es el Concierto de Aranjuez: Rodrigo obliga al instrumento nacional español a articular una estética fundamentalmente neoclásica y nacionalista permitiendo que su carácter sea refinado y amplificado por la orquesta, pero no domesticado. La España del Concierto de Aranjuez es el sueño de la guitarra tanto como el de Rodrigo.

La música clásica española siempre había despertado un profundo interés en Paco de Lucía. Primero fue el disco Lorca (1967), los discos de clásicos andaluces e iberoamericanos (65-69), después vino su magnífico trabajo con Falla (1968) y a partir de 1991 hay que añadir este Concierto de Aranjuez y tres piezas de la ‘Suite Iberia’ de Albéniz. Su apuesta aquí es clara: ofrecer desde el más profundo respeto una nueva perspectiva del canon clásico español, en el flamenco. La tradicional e incomprensible separación entre la música clásica española y el flamenco se convierte aquí en uno de sus más importantes retos. El resultado es una revelación.

Con la ayuda de la Sociedad Estatal Quinto Centenario consiguió reunir a la orquesta de Cadaqués, bajo la dirección de Edmond Colomer, e hizo realidad el sueño de un guitarrista flamenco tocando el concierto de Rodrigo. Como se muestra en la portada del disco, el compositor se sentó al lado del intérprete y esto aporta a la música un nuevo estado, inédito en otras versiones. El compás de la guitarra flamenca, el toque seguro e inconfundible de Paco de Lucía dan una nueva cara a esta música. Qué versiones son las mejores es cuestión de gustos, pero sin duda ésta es una de las más originales y bien hechas, sobre todo en la dinámica y la articulación.

Considerado el mejor guitarrista flamenco del planeta, Tomatito acepta los halagos con absoluta humildad. Porque detrás de su talento hay muchas horas de trabajo. Un buen ejemplo de ello es su próximo ‘El concierto de Aranjuez’, un disco que el almeriense ya ha tocado en escenarios de toda España, demostrando que los artistas flamencos también saben ponerse clásicos.

He tocado con Camarón durante 20 años, así que después de él, tuve la sensación de que mi trabajo con los cantaores estaba hecho. Mercé y yo tenemos muchos amigos en común que siempre nos preguntaban por qué no hacíamos un disco juntos. Y aquí está. Como artistas en solitario, ambas tenemos nuestros propios mundos, pero nos hemos divertido mucho grabándolo. Hemos recordado viejos tiempos, tocando estilos como la soleá y las seguiriyas sólo con la voz y la guitarra. Estoy encantado con este proyecto.

Acompañar a alguien te hace ser tolerante: el cantaor te marca el ritmo, tú eres su lacayo. Los guitarristas somos como la alfombra del flamenco: para los cantaores, para los bailaores, ellos no tienen que saber tocar la guitarra, pero nosotros sí tenemos que saber cantar y bailar en nuestra mente para acompañarlos.