Fey maná
Formada por Fher Olvera en la voz, Sergio Vallín en la guitarra, Juan Calleros en el bajo y González en la batería, la banda de Guadalajara decidió que era demasiado poderosa para renunciar a sus sueños. Rápidamente abandonaron su antigua discográfica, firmaron con Warner Music Latina y lanzaron su primera canción de éxito, “Rayando El Sol”, de 1989, que les ayudaría a iluminar su camino hacia el superestrellato. La banda escribiría muchos más himnos memorables del rock latino, desde “Oye Mi Amor” hasta “En el Muelle de San Blas”.
Pero, además de su habilidad para contar historias cinematográficas aptas para la radio, los rockeros multiplatino también se han establecido como embajadores del medio ambiente y defensores de los derechos de los inmigrantes. Han creado su Fundación Selva Negra, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la preservación de las especies, la educación medioambiental y la conservación; y más recientemente, un programa de becas para estudiantes que se identifican como latinos/ex. “Veo [nuestra música] como un medio para protestar, para difundir ideas y compartirlas”, dijo el líder Olvera a Rolling Stone. “Como grupo latino, Maná lleva ese ethos [activista] y esa forma de pensar”.
La banda de Guadalajara, Jalisco, siempre ha sido una fuente de contención y discusión: Algunos sostienen que son la banda más trillada de Latinoamérica mientras que otros los comparan con una especie de Nickelback latino. También han sido protagonistas de una incesante, eterna y algo infantil batalla sobre si Maná (o cualquier banda) es “rock de verdad” o no. Sea lo que sea que signifique “rock de verdad”. Se puede decir que todo el mundo tiene una opinión sobre Maná.
En la última década, el rock ha pasado a otro plano de la realidad: uno menos comercial, definitivamente no en el asiento delantero. Ver a grupos como Maná agotando 35 fechas con un solo single y sin disco nuevo habla del tiempo que vivimos. Hablamos con Olvera sobre la realización de nuevas versiones de sus éxitos, el estado del rock latino y la industria musical, su carrera, la posición actual de la banda en el imaginario popular y mucho más.
Creo que la cultura popular es lo que más ha consolidado a Maná. Es su fundamento, su base sólida. A la gente le puede gustar más su rock and roll o su etapa caribeña-reggae pero, para mí, “Mariposa traicionera” o “Te lloré un río” son canciones que han dado al grupo un soporte cultural que me gusta mucho. Y, de hecho, creo que nos faltaba promocionarnos más en la cultura popular, pero es lo que hay. Nos inclinamos más por el pop y el rock para posicionarnos como banda.
Revolución de Amor -el primer álbum de estudio de Maná en cinco años- debutó y alcanzó el primer puesto en la lista de Latin Pop Albums el 7 de septiembre de 2002, y se mantuvo en el número 1 de la lista durante cuatro semanas. En el Top Latin Albums, el conjunto de 12 canciones debutó en el número 1 en la misma semana de la lista.
El conjunto, publicado a través de Warner Music México, también incluye otras canciones favoritas de los fans, como la poderosa “Justicia, Tierra y Libertad”, que abre el revolucionario álbum con un llamamiento a la justicia, la tierra y la libertad, y la melódica “Ángel de Amor”.
En un vlog del diario de la gira de 2002, los miembros de Maná -Fher Olvera, Alex González, Sergio Vallín y Juan Calleros- describieron Revolución de Amor como “una llamada… lo que el mundo necesita ahora mismo es amor y por eso llamamos a esta revolución del amor”, dice González, y “una forma de expresar lo que queremos decir”, ofrece Calleros. “Se toma desde diferentes perspectivas de lo que es el amor”, añade Vallín. “Hablamos de amor, de desamor, de sueños, de ideales y de temas de justicia social”, expresa Olvera.