Ruido blanco relajante
Aunque hoy en día la mayoría de los padres envuelven a sus bebés en pañales, me sorprende ver cuán pocos utilizan el ruido blanco para estimular el sueño de sus pequeños. El ruido blanco hace milagros con los bebés inquietos y es una señal increíblemente poderosa para conciliar el sueño… y dormir más tiempo. Este sonido especial es tan importante como envolver al bebé. De hecho, en un estudio realizado con 40 bebés se descubrió que el ruido blanco ayudaba al 80% a conciliar el sueño en sólo 5 minutos. Otro estudio reveló que el ruido blanco disminuye significativamente la duración del llanto y aumenta el tiempo de sueño en bebés con cólicos. Incluso la Academia Americana de Pediatría está de acuerdo en que el ruido blanco puede ser útil para mejorar el sueño. Permítame explicarle cómo funciona y cómo puede ayudarle el ruido blanco a usted y a su pequeño.
El ruido blanco ayuda a crear un entorno reconfortante para tu bebé, como un acogedor osito de peluche sonoro, que le avisa de que es hora de dormir. El ruido blanco es tan eficaz porque imita los sonidos que tu bebé oía en el útero. El ruido blanco le arrullaba entonces… y puede arrullarle ahora. El ruido blanco también disimula las distracciones externas -como un camión ruidoso o la televisión en la habitación de al lado- y las molestias internas, como la dentición y el hambre leve, lo que favorece aún más las ZZZ.
Allá por 2014, circulaban algunos titulares alarmantes sobre los peligros del ruido blanco, como: “Las máquinas de ruido blanco podrían dañar la audición de los bebés”, “Máquinas de sonido para bebés: ¿Demasiado alto? ¿Demasiado cerca?” “Ruido blanco: No es el ruido adecuado”. Todo este revuelo se debe a un estudio sobre el ruido blanco publicado en la revista Pediatrics. Desde entonces, muchos padres han estado preocupados por la utilización de esta increíble herramienta para dormir. A continuación le explicamos por qué no tiene por qué preocuparse por utilizar el ruido blanco con su bebé, ¡si lo hace de la forma correcta!
Rebobinemos y echemos un vistazo al estudio: Los investigadores probaron 14 máquinas de ruido blanco (comercializadas específicamente para bebés que duermen) colocándolas a sólo 30 cm de las “cabezas de los bebés” y subiendo el volumen al máximo. (En lugar de bebés reales, este estudio utilizó equipos para medir el sonido.) Cuando los investigadores midieron entonces cuánto sonido llegaba a los “bebés”, descubrieron que tres máquinas de sonido superaban los 85 decibelios. (Ochenta y cinco decibelios es como un restaurante ruidoso o un poco más alto que un despertador).
No hay duda de que la música es estupenda para los bebés. Escuchar melodías puede mejorar la capacidad de los pequeños para procesar nuevos sonidos del habla, lo que es estupendo para reforzar sus habilidades cognitivas. La música puede estimular la formación de sustancias químicas cerebrales que hacen sentir bien, como la dopamina y la oxitocina. Cantar canciones de cuna a los bebés prematuros de la UCIN puede incluso mejorar su comportamiento alimentario. Y las investigaciones han demostrado que cantar canciones de cuna a los bebés puede mejorar el vínculo afectivo y reducir el estrés materno. ¡Cuántas ventajas! Pero la pregunta del millón sigue siendo: ¿Ayuda la música a dormir al bebé? Te lo explicamos.
Aunque es probable que no necesites un estudio científico para saber que las nanas calman a los bebés, sí que hay estudios que avalan los efectos calmantes de la música. Por ejemplo, un estudio reciente de la Universidad de Harvard descubrió que, cuando los bebés escuchaban nanas, se relajaban más que cuando escuchaban otro tipo de música. Su ritmo cardíaco era más bajo y sus pupilas estaban menos dilatadas, dos indicadores claros de relajación. Y lo mejor de todo: las nanas ejercían su magia tranquilizadora independientemente del idioma en que estuvieran escritas o de si los bebés las habían escuchado antes. Otro estudio, publicado en la revista Infancy, demostró que los bebés permanecían tranquilos el doble de tiempo cuando escuchaban una nana desconocida que cuando escuchaban una canción de cuna. Esto significa que el singular canturreo de las nanas es más poderoso que la propia letra o las palabras.