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La historia del tango, que tiene sus raíces en la danza y se ha convertido en un movimiento artístico propio, es épica y su futuro no tiene límites. Un género musical de origen híbrido, que sigue siendo una de las creaciones más increíbles del Río de la Plata. “Es lo único sobre lo que no pedimos opinión a Europa”, escribió el argentino Macedonio Fernández, el hombre al que el joven Jorge Luis Borges admiraba “hasta el plagio devoto y apasionado”. Una serie de coincidencias a finales del siglo XIX dieron lugar a este estilo de música. Como dijo el musicólogo Carlos Vega “nadie intentó realmente crear el tango”. Y, sin embargo, aquí está; completo con sus propias tradiciones e innovaciones, así como con su propia edad de oro, artistas malogrados, mitos y rituales.
El genio modernista de Picasso se extendió rápidamente más allá de lo pictórico y se extendió a la música y la danza, dos formas de arte con las que el pintor español siempre mantuvo una estrecha relación, hasta el punto de influir en los amigos compositores que encontró por el camino.
La historia del tango es épica y su futuro no tiene límites. Un género musical de origen híbrido, que sigue siendo una de las creaciones más increíbles del Río de la Plata. “Es lo único sobre lo que no pedimos opinión a Europa”, escribió el argentino Macedonio Fernández, el hombre al que el joven Jorge Luis Borges admiraba “hasta el plagio devoto y apasionado”. Una serie de coincidencias a finales del siglo XIX dieron lugar a este estilo de música. Como dijo el musicólogo Carlos Vega “nadie intentó realmente crear el tango”. Y, sin embargo, aquí está; completo con sus propias tradiciones e innovaciones, así como con su propia edad de oro, artistas malogrados, mitos y rituales.
El genio modernista de Picasso se extendió rápidamente más allá de lo pictórico y se extendió a la música y la danza, dos formas de arte con las que el pintor español siempre mantuvo una estrecha relación, hasta el punto de influir en los amigos compositores que encontró por el camino.
Cuando las olas del Océano Atlántico se distraían acariciando las finas y limpias arenas de las playas de su Paseo Marítimo y el sol abrazaba al surco del arado. Dios quiso que nacieran cuatro zagales. Juan Manuel, Paco, Jesús y Miguel. Todos ellos hijos de campesinos jugaron poco y trabajaron desde niños, quizá por eso son conscientes del camino entre el bien y el mal.
Los primeros inicios del grupo se remontan a los años 80, fueron quizás sus mujeres (novias por aquellos años) las culpables o mejor dicho a las que hay que agradecer su existencia como grupo ya que aprendieron a bailar sevillanas y claro alguien tenía que cantar y quien mejor que aquellos cuatro zagales que bebían los vientos por ellos. Prepararon unas sevillanas para la romería y la feria y ese fue su inicio en el mundo de la música.
Esta primera obra salió al mercado muy influenciada por el estilo de su maestro Oliva y del compositor José Manuel Moya que venía marcando la raza de los Romeros de la Puebla, por lo que Echos del Rocío tuvo que desviar su forma de hacer sevillanas para llegar a encontrar su propia personalidad lo cual no fue difícil, ya que uno de sus integrantes, uno de sus miembros, “Miguel Moyares” como autor y compositor, quien a partir de entonces marca un nuevo estilo en el mundo de las sevillanas.