Música para meditar
Ahora, los neurocientíficos han especificado qué música es la mejor para la ansiedad. Se realizó un estudio con participantes que tenían que resolver rompecabezas complicados lo más rápido posible. Al mismo tiempo, se medía su actividad cerebral, el ritmo cardíaco, la presión arterial y la frecuencia respiratoria.
Según el Dr. David Lewis-Hodgson, de Mindlab International, una canción, “Weightless”, provocó una sorprendente reducción del 65% de la ansiedad general de los participantes y una reducción del 35% de sus ritmos fisiológicos habituales en reposo.
Sus armonías, ritmos y líneas de bajo cuidadosamente arreglados ayudan a disminuir el ritmo cardíaco del oyente, a reducir la presión arterial y a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Pruébelo y díganos qué le parece y deje un comentario con sus melodías calmantes favoritas.
La música puede tener un profundo efecto tanto en las emociones como en el cuerpo. La música más rápida puede hacer que te sientas más alerta y te concentres mejor. La música alegre puede hacer que te sientas más optimista y positivo sobre la vida. Un ritmo más lento puede tranquilizar la mente y relajar los músculos, haciendo que te sientas calmado mientras liberas el estrés del día. La música es eficaz para la relajación y la gestión del estrés.
Las investigaciones confirman estas experiencias personales con la música. Los hallazgos actuales indican que la música de alrededor de 60 pulsaciones por minuto puede hacer que el cerebro se sincronice con el ritmo provocando ondas cerebrales alfa (frecuencias de 8 a 14 hercios o ciclos por segundo). Esta onda cerebral alfa es la que está presente cuando estamos relajados y conscientes. Para inducir el sueño (una onda cerebral delta de 5 hercios), una persona puede necesitar dedicar al menos 45 minutos, en una posición relajada, escuchando música tranquilizadora. Investigadores de la Universidad de Stanford han afirmado que “escuchar música parece ser capaz de cambiar el funcionamiento del cerebro en la misma medida que los medicamentos”. Señalaron que la música es algo a lo que casi todo el mundo puede acceder y la convierte en una herramienta fácil para reducir el estrés.
La Dra. Elizabeth Coombes no trabaja, consulta, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Aparece cuando no estamos seguros de lo que va a pasar, o cuando nos sentimos amenazados. E incluso una ansiedad leve puede tener un efecto negativo en nuestra capacidad para llevar una vida productiva. Puede interferir en la capacidad de disfrutar de las cosas sencillas de la vida.
En mi trabajo como musicoterapeuta, he observado el impacto que la música puede tener sobre la ansiedad. Por ejemplo, en las sesiones de imaginación guiada, el terapeuta utiliza música especialmente seleccionada y se invita al cliente a describir lo que siente y las imágenes que la música evoca. Es asombroso lo que se puede conseguir simplemente dejándose tiempo para escuchar y hablar de lo que se ve en el ojo de la mente.
Puede ser tan sencillo como ser más consciente de cómo la música puede afectar a las emociones, o utilizarse para explorar experiencias pasadas o dilemas futuros. También puede utilizarse para encontrar un lugar de confort y una base segura donde encontrar el equilibrio físico y emocional.