Estudiar música
¿Ha sufrido alguna vez de ansiedad? ¿Buscas una buena forma de reducir la ansiedad o de tranquilizarte? ¿O buscas una forma de hacer que tus hijos se concentren en el estudio? ¿Quieres que sean estudiantes de alto rendimiento? Con un poco de consideración de los factores que afectan al nivel de concentración de un niño, puedes hacerlo posible.
El acrónimo LOFI, según su creador Eric Mathews, significa “baja fidelidad”. Se trata de un tipo de grabación de sonido que contiene defectos técnicos que hacen que la grabación suene de forma diferente al sonido en directo que se está grabando, como distorsión, zumbido, ruido de fondo o respuesta de frecuencia limitada. Es una especie de música de fondo, de acompañamiento o algo así. Nunca fue en sí mismo un género musical, pero más tarde se convirtió en uno debido a su gran popularidad y al bombo que se le dio. Este tipo de fallos en la música pueden activar el cerebro y ayudar a un estudiante a concentrarse en un examen, o en una tarea.
Es posible que hayas visto a menudo una escena como ésta? Tus hijos están leyendo en una tableta, pero normalmente se distraen con facilidad y no pueden quedarse quietos (aunque las tabletas no son tan tediosas como los libros). Golpear y regañar no suele ser la mejor solución.
La música puede tener un profundo efecto tanto en las emociones como en el cuerpo. La música rápida puede hacer que te sientas más alerta y te concentres mejor. La música alegre puede hacer que te sientas más optimista y positivo sobre la vida. Un ritmo más lento puede aquietar la mente y relajar los músculos, haciendo que te sientas calmado mientras liberas el estrés del día. La música es eficaz para la relajación y la gestión del estrés.
Las investigaciones confirman estas experiencias personales con la música. Los hallazgos actuales indican que la música de alrededor de 60 pulsaciones por minuto puede hacer que el cerebro se sincronice con el ritmo provocando ondas cerebrales alfa (frecuencias de 8 a 14 hercios o ciclos por segundo). Esta onda cerebral alfa es la que está presente cuando estamos relajados y conscientes. Para inducir el sueño (una onda cerebral delta de 5 hercios), una persona puede necesitar dedicar al menos 45 minutos, en una posición relajada, escuchando música tranquilizadora. Investigadores de la Universidad de Stanford han afirmado que “escuchar música parece ser capaz de cambiar el funcionamiento del cerebro en la misma medida que los medicamentos”. Señalaron que la música es algo a lo que casi todo el mundo puede acceder y la convierte en una herramienta fácil para reducir el estrés.
Si crees que la música relajante no puede ayudarte a estudiar mejor, este artículo te va a demostrar que estás equivocado. Profundiza para saber cómo la música puede aumentar tu concentración, hacerte más creativo y mantenerte motivado. La música también puede aumentar tu confianza. Puede darte una dosis muy necesaria de dopamina -la “hormona de la felicidad”- y ayudarte a elevar tu estado de ánimo. Sentir lo contrario puede llevarle a perderse muchas cosas en la vida.
Los estudios también han demostrado varios efectos positivos de la música en el cerebro, ya que activa tanto el cerebro izquierdo como el derecho. Esta activación de ambos hemisferios puede mejorar el aprendizaje y potenciar la memoria. De hecho, un estudio reveló que de un grupo de 80 estudiantes, el 83,3% pensaba que la música era beneficiosa para sus estudios.
Pero esto no es cierto para todos los tipos de música. Por ejemplo, el metal o la música country pueden distraer cuando están altos. Pero si bajas el volumen, o escuchas jazz o música de videojuegos mientras estudias, ¡puede que te beneficie más de lo que crees!
Estudiar es una actividad que requiere toda tu atención. La más mínima distracción puede tener efectos contraproducentes. Como estar tan atento puede ser mentalmente agotador, ese estado de concentración necesita que tengas una mentalidad renovada para recuperarte.